lunes, 22 de diciembre de 2008

Ante la nueva farsa de las elecciones sindicales

¡¡COMPAÑEROS TRABAJADORES!!

Nuevamente el régimen franquista y la burocracia falangista nos convocan a trabajar de peleles de sus necesidades políticas. La clase obrera debe conocer el alcance de esta convocatoria y tomar frente a ella una posición correcta.

Después del proceso de Burgos el forcejeo entre los falangistas y algunos generales de un lado, y el OPUS y los generales monárquicos de otro, se acentuó, dando lugar a algunas variaciones dentro de la línea de evolución que era previsible. Los falangistas están empeñados en sacar capital político de las «movilizaciones» que fabricaron durante el proceso de Burgos. Después de un arrinconamiento que parecía ya el golpe de gracia, la burocracia falangista enseña uñas y dientes y muestra no estar dispuesta a dejarse arrebatar por ahora los comederos de la CNS y demás organismos alimentados con las cotizaciones de los trabajadores. De momento, han conseguido dos triunfos: una Ley Sindical a su medida y la convocatoria del Consejo Nacional con unas decisiones que apestan de miedo enfermizo, de voluntad de represión sobre el pueblo y de afán de garantías para la conservación de sus privilegios. La alta burguesía financiera, representada por el OPUS, aunque tiene necesidad de algunos cambios de forma para presentarse ante el Mercado Común, que es su tabla de salvación, tuvo que transigir y echar el Sindicato como carnaza a la voracidad de los burócratas falangistas.

Tanto los unos como los otros necesitan nuestra participación. Los del OPUS para salvar la cara ante la OIT y hacer colar que, de todas maneras, esta forma de Sindicato cuenta con la aceptación de los trabajadores. Los burócratas falangistas, para justificarse como algo más que como una clase de parásitos que viven sistemáticamente del cupón. A las dos facciones les viene de perlas nuestra participación en las elecciones sindicales. Está pues, muy claro, que políticamente no nos conviene participar ya que haríamos el juego de nuestros opresores.

¿Qué otros motivos podían hacernos creer en la conveniencia de la participación? Algunos dicen que por motivos tácticos nos conviene participar. Dicen que se puede buscar así una plataforma legal de lucha y que, en este caso, coinciden los intereses del Régimen y los de los trabajadores. A veces este tipo de propuestas están determinadas por necesidades de crecimiento y predominio de grupos políticos o sindicales organizados, y son por ello doblemente reprochables. Otras veces son personas sinceras, aunque equivocadas, las que hablan así. Nosotros queremos, tanto en un caso como en el otro, dar claridad sobre este problema.

1°.— Cuando se nos quiera convencer para participar con el argumento de que hay que quitar a los enlaces y jurados granujas, tenemos que pensar que estos granujas a los que tenemos que quitar hoy, son los que entraron en 1966 para quitar a los granujas de entonces. Y tiene que ser así porque los empresarios y los burócratas sindicales tienen poderosos medios para corromper a los representantes obreros privados de contacto y de la defensa de sus bases obreras al hacer ilegales las asambleas.

2°.— Cuando se nos diga que hay que seguir el principio leninista de aprovechar la legalidad tenemos que preguntar de qué legalidad nos hablan. Tenemos que preguntar si no hay contradicción entre declarar a un estado fascista y, a la vez, afirmar que nos da una base de legalidad. ¡Que les hablen de esta «legalidad» a los enlaces y jurados que conocieron y conocen las cárceles franquistas! porque, al participar, se dieron a conocer innecesariamente a la policía, cuando debían haber seguido trabajando en la clandestinidad. Se olvida con facilidad que el Movimiento Obrero —el nuevo y el viejo, que sólo hay uno— deberá seguir siendo clandestino mientras dure el régimen franquista y que sería suicida por nuestra parte enseñar nuestros cuadros prematuramente. El Movimiento Obrero debe fortalecer sus estructuras organizativas y mantenerlas fuera del alcance de la bofia. No olvidamos que los grandes movimientos de masas de los años 62, 63, 64 y 65 a nivel nacional coinciden con los momentos en que en las elecciones sindicales se votaba a «la mula Francis», a Sofía Loren o a los declarados tarados mentales de las empresas. Desde entonces acá se han hecho supremos esfuerzos por parte del Régimen para integrar al Movimiento Obrero, es decir, para destruirlo tratando de atraerlo a la vía muerta del sindicato CNS.

3°.— Cuando se nos diga que no tenemos que tener escrúpulos en participar, porque en este caso hay coincidencia entre los intereses del Régimen y los de la clase trabajadora, debemos contestar que nunca fueron los mismos los intereses de los explotadores y los explotados, los intereses de los verdugos y las víctimas.

4°.— Finalmente, hay que tener bien en cuenta que aceptar como plataforma de reivindicación una estructura que es parte integrante de un estado fascista forzosamente supone comprometer la autonomía del movimiento obrero y empeñar el destino de la clase obrera porque la lucha de clases se mantendrá tensa y avanzará victoriosa sólo en la medida en que la clase obrera tenga una estrategia precisa y propia, unos planteamientos correctos y un actuar consecuente y no siendo arrastrada en el furgón de cola de un tren gobernado, administrado y dirigido por la burguesía.

En consecuencia, la actitud de la clase obrera frente a las elecciones sindicales próximas debe ser de negativa rotunda a la participación, la realización de ASAMBLEAS, el nombramiento de representantes ocasionales directos, que constituyan los COMITÉS DE EMPRESA, los cuales, como sucedió a todo lo largo de la, historia, acabarán imponiéndose a la patronal, y trabar cuando antes la coordinación DIRECTA de estos COMITÉS libre de manipulaciones. Así derrotaremos al régimen franquista, así alcanzaremos el triunfo y la liberación de la clase obrera.

POR LA VICTORIA DE LA CLASE TRABAJADORA.
NO A LAS ELECCIONES SINDICALES DEL FASCISMO.
SÍ A LAS ASAMBLEAS Y COMITÉS DE EMPRESA CON BASE EN LA ASAMBLEA Y CONTROLADOS POR ELLA. EL PESO DE LAS DECISIONES A LA ASAMBLEA.
AUTONOMÍA DEL MOVIMIENTO OBRERO.
SOLIDARIDAD DE EMPRESA, SOLIDARIDAD DE RAMO, SOLIDARIDAD DE CLASE.

Asturias, Marzo de 1971

COMUNAS REVOLUCIONARIAS DE ACCIÓN SOCIALISTA (CRAS)


Publicado en: Los comunistas en Asturias (1920-1982), VVAA (Coordinador: Francisco Erice). Editorial Trea, Xixón, 1996.
Digitalización: El cielu por asaltu

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